Por: Álvaro Castellanos | @alvaro_caste – Periodista, editor web y creador literario
La agrupación de Pereira, Colombia, presenta un sencillo llamado Una mirada que, bajo las claves del ska y los ritmos mestizos, elabora sobre los precipicios de la salud mental.
Cada tanto, cuando se suicida un famoso que es recordado por la alegría que transmitía en vida, en las redes sociales se desempolva un meme con un mensaje que dice: «algunas veces, así luce la depresión». El meme muestra un mosaico de caras sonrientes de celebridades desaparecidas y arrastra el mensaje de que una sonrisa a veces es sólo una fachada que comunica con el abismo más oscuro de la mente. Este contraste está presente en la música y el mensaje de Una mirada: el sencillo más reciente de la agrupación colombiana María Juana no se ha muerto que, bajo el sonido alegre del ska, musicaliza la tristeza que habita en una de las enfermedades más amenazantes de nuestro tiempo.
Lucha y reflexión en ‘Una mirada’, lo nuevo de María Juana No Se Ha Muerto.
La banda de Alejandro Herrera, Juan Manuel Parra, Juan Diego Usma, Mauricio García, Cristian Restrepo y David Bedoya, presenta una canción que suple cuotas de nostalgia por su sonido ska-punk, tan representativo en los años noventa y el comienzo del nuevo milenio. Fieles a su nicho e indiferentes de las tendencias que impone la industria, María Juana No Se Ha Muerto vuelve a lanzarse al ruedo con una historia cantada que, desde el principio, deja claro su propósito lírico de abordar la depresión desde un punto de vista externo el cual, progresivamente, irá haciendo una inmersión más cercana entre sus ruinas.
Un día la vi La miré a los ojos Y sabía, que no era feliz Sólo recuerdo sus tristezas, sus cadenas Siempre estuviste cerca de aquí De concierto en concierto y de bar en bar O sonando alguna copa en algún lugar
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A la voz narradora le basta una mirada para entender los riesgos que afronta. Alguien que siempre está ahí, presente entre el ruido y el disfrute de la fiesta, aprovecha esta atmósfera para manifestarse como antagonista involuntario de la canción, cuyas notas y personalidad permiten establecer una relación consistente con el sonido de bandas como Mojiganga de Medellín.
Y tan sólo una mirada de depresión es lo que veo en ti Es lo que quiero yo, que me pidas que te cante esta canción Y tan sólo un momento, respirar tu aliento y escuchar tu voz Una botella de vino y un cigarrillo para los dos
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Sin hacer caso a las señales recibidas, el personaje teje una complicidad frente a la amenaza que tiene en frente y comienza a trasegar sobre un camino de difícil retorno. A la par, los vientos, percusiones y teclados se deslizan sobre una melodía de guitarras punk rock que demuestran el conocimiento de María Juana no se ha muerto sobre un género que ha apropiado con virtud desde hace más de veinte años. Tras un respiro instrumental atado al coro, aparece un nuevo conjunto de versos que revelan la tentación consumada.
Y me miró, me miró a los ojos Y mi mente se nubló Se acercó, me tomó en sus brazos Y en medio del humo, todo pasó
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La métrica melódica de Una mirada se duplica en la siguiente estrofa, bajo la descripción de estímulos convertidos en una trampa sentimental. Aunque el personaje fue consciente desde un principio de los riesgos que afrontaba por coincidir con alguien roto, fue acercándose, como si su destino fuera inevitable y regido por una suerte de encantamiento.
Fue un hechizo que me iluminó La mente y la razón Era una estrella abandonada Que de tanto anhelarla A mi vida llegó
El regreso del coro con una pequeña variación final y la entrada fugaz de sonidos de influencia Caribe ponen punto final a Una mirada, que desarrolla una idea potente acerca de los riesgos de involucrarse con una persona deprimida. Porque asumir el rol de acompañante, cuidador, o incluso redentor, de quien amamos siempre traerá consigo el peligro de quedarnos atrapados en sus laberintos.
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Y tan sólo una mirada de depresión es lo que veo en ti Es lo que quiero yo, que me pidas que te cante esta canción Y tan sólo un momento, respirar tu aliento y escuchar tu voz Es lo que quiero yo
El videoclip de Una mirada muestra a los integrantes de María Juana no se ha muerto interpretando la canción en una locación interior. De nuevo, y ahora con imágenes, se refuerza la forma en que la vitalidad del ska corta con el propósito lírico de la historia, que visibiliza los problemas de la salud mental y destaca los peligros de sentirnos reparadores de lo que excede nuestras posibilidades vitales.
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