Watch Me Face It: una implosión de Metalcore para renacer de las ruinas

Por: Álvaro Castellanos | @alvaro_caste – Periodista, editor web y creador literario

Con su sencillo Moving On, el grupo panameño Watch Me Face It presenta un manifiesto de desamor que recupera el sonido duro y emocional del Metalcore dosmilero.

En las artes siempre se ha dicho que la tristeza inspira más que la felicidad. Que el motor creativo se enciende con más potencia cuando hay dolor que cuando hay dicha, porque la dicha nos pierde, nos anestesia. La banda panameña Watch Me Face It, surgida en 2015, cumple con esta premisa en su canción Moving On (Seguir Adelante), que demuestra gran apropiación sobre un sonido representativo de comienzos de milenio que, en dos voces, pone a conversar al Metalcore con el Melodic Hardcore.

Después de veinte segundos espesos, el arranque de Moving On se aproxima al Death Metal por sus voces guturales herméticas y una batería de doble bombo que marca los tiempos de un desahogo musical muy bien ejecutado. La letra de la primera estrofa, multiplicada por dos, habla de lo roto que nos puede quedar el corazón cuando partimos caminos con la persona que amamos.

There’s no such thing That can break a heart as the one you truly love There’s no such thing That can bring you down as her walking away Walking away from you.

Pronto, la canción revela otro matiz: el melódico. El coro de Moving On se asoma un camino más emocional, mediante una voz aguda que invita a habitar las ruinas y a reconstruir desde cero. Una voz interna que arrulla un sentimiento de esperanza y de deseo por encontrar el rumbo antes de tocar fondo.


I’ll fight for what I haven’t lost I try to find my way back home I’m falling down, but I won’t hit the floor.

Voces corales con un toque Hardcore anteceden el regreso del tono emocional que ratifica a la segunda voz como la esperanzadora, poniendo sobre la mesa la dualidad interna que todos tenemos dentro a la hora de rompernos, pero también de ponernos en pie para seguir adelante.

Open your eyes, open your mind (x 3). You’ll never get it, you don’t even try Open your eyes, open your mind You’ll never get it, you don’t even try.

La influencia metalera de actos de antaño, como In Flames, y la cadencia emocional de bandas más recientes, como Architects, se dejan ver en la continuidad de Moving On. En este timing, además, aparecerán ecos de bandas vigentes en las últimas décadas, como Death By Stereo o Parkway Drive.

You can’t take this away from me You can’t take my life away You can’t take this away from me.

La canción manifiesta un reclamo y un sacudón interno para reconstruir los pedazos rotos. «Si me caigo, mantendré mi fe». «No dejaré que me culpes por tus errores». Y «encontraré el lugar donde sé que encajo», son algunas de las arengas que, bajo el vértigo del Metalcore, marcan el clímax de la canción.

If I get to fall, I will keep my faith I won’t let you blame me for your mistakes And now from this point, I will be myself And I’ll find the place I know I fit in.

El momento más pesado de Moving On marca una catarsis en la que la voz narradora pretende desmarcarse de la influencia nociva de su antagonista y le exige alejarse de una vez por todas de su camino.

I know what’s all about So please you keep your distance I don’t need people like you around You played your cards and made your move Now get the fuck out of my life.

El regreso del coro marca una pausa para tomar aire y alistarse para una nueva descarga gutural. La letra, duplicada en esta nueva estrofa, habla de que la procesión va por dentro y de demostrarle a los demás la recuperación y la fortaleza de quien no se da por vencido, pese al desplome que representa la implosión de desamor.

I’ll treasure every moment I will stand on my feet To show them I’m not broken They are my family (x2).

Una estrofa final, a manera de despedida, exhibe el momento más emocional de Moving On. Una reconciliación interna que invita a sanar, a no rendirse y a mantenerse en pie, mediante el regreso de la voz melódica que asciende en sus escalas hasta los puntos más altos.

I won’t give up I’m holding on I’m moving on I’m moving on.

Un despliegue instrumental de riffs prolongados de guitarra concluye Moving On: una canción que deja claro el virtuosismo de Watch Me Face It y su conocimiento sobre géneros híbridos derivados del Death Metal, que hacen que la banda suene a muchos referentes mencionados, pero, en definitiva, a sí misma.

I’M – MOVE – ING – ON I’M – MOVE – ING – ON

Entre sentimientos de tristeza, culpa, catarsis y deseos de redención se mueve esta canción durante casi cinco minutos. En tanto, su videoclip muestra a Jean Michael Cheng, Alfredo Noriega, Hellbassist y Cleveland Beckford, los integrantes Watch Me Face It, interpretando la canción en vivo, bajo una luz rojiza incandescente al interior de una bodega, que refleja una puesta en escena dura y de brillante ejecución instrumental.

Moving On se muestra como un sencillo sólido y redondo que completa una unidad instrumental tan potente como sensible y que invita a escuchar más de la propuesta de Watch Me Face It, pero también a esculcar dentro de nuestro dolor para levantar la cabeza y ponernos en pie de lucha dentro de las batallas cíclicas e interminables de nuestra existencia terrenal.

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