Porto Solo presenta ‘Stanislav’

‘Stanislav’ es probablemente una de las últimas canciones que Leo Rodríguez escribió antes de dejar Colombia. Y aunque su situación personal era particularmente difícil en la época (no tenía casa, ni trabajo; comenzaba a penas a sufrir de ataques epilépticos severos y se movía constantemente entre ciudades), el tema no surgió de ninguna experiencia o idea completamente propia. Fue una herramienta de disociación: una manera construir un relato intentando evitar inmiscuir sus propias emociones o pensamientos.

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«Me quedó claro que quería escribir al respecto cuando leí por primera vez sobre el incidente del equinoccio de otoño del 83 y, particularmente, sobre el papel que jugó el oficial Soviético Stanislav Petrov durante dicha crisis. Un rol que potencialmente evitó una guerra nuclear, en el mejor de los casos; y la extinción de la especie humana, en el peor», comenta.

«Me pareció fascinante como en un determinado momento, la historia y el futuro de la humanidad estuvo en manos de tan poca gente, y quise jugar con el tema: Describir cómo podría sentirse estar en una situación similar y también rendir un homenaje al tipo, ya sea por su buen juicio o buena suerte. Eso no lo podemos saber…», agrega.

Su intención no era tanto ponerse en los zapatos de un héroe sino intentar describir la potencial tensión de estar en un lugar histórico y físico en el que la diferencia entre una buena decisión estratégica y una buena decisión ética llegan a ser virtualmente indistinguibles. Un momento en el que puedes acabar siendo un santo o un villano independientemente de lo que hagas o dejes de hacer, y en el que limitarte a hacer tu trabajo como corresponde” puede ser la mejor decisión o el peor error de tu vida.


«Al mismo tiempo partí de otra reacción, tal vez más básica, al investigar sobre el hecho: Me pregunté ¿cómo es que casi nadie sabe sobre eso y por qué mierda éste no es un día feriado internacional? Y pensé que, si al menos abordaba el tema musicalmente, un poco más de gente le prestaría atención a todo el asunto. Es, en cierta medida un homenaje… Creo que quien sea que tome un papel histórico tan importante, particularmente por presión circunstancial, y no por ego, merece al menos una canción, así sea una mala canción», menciona.

«La dirección estética del tema nació con una melodía bastante básica y dulce. Cuando se la pasé a Jhoy Suárez (guitarra y arreglos) él priorizó la sonoridad sobre estructura narrativa: La acercó más a lo mecánico; quería darle un sonido más parecido al post-punk. Como siempre, no me quedaba claro a dónde iba el tema; pero he aprendido a confiar en la experiencia y el talento que él y Virgilio Rodríguez (Batería, arreglos, mezcla y producción) les agregan a las composiciones. Y, definitivamente, no me decepcionaron. Le aportaron su lado oscuro”, con una batería potente y constante y una guitarra repetitiva e hipnótica, eso hizo un excelente contrapeso a la voz y la letra que tienden a ser más románticas y frágiles…», enfatiza el artista.

Se conoce como incidente del equinoccio de otoño a un incidente que puso al mundo al borde de una guerra nuclear. El 26 de septiembre de 1983, el sistema de alerta nuclear de la Unión Soviética informó dos veces el lanzamiento de misiles balísticos intercontinentales Minuteman estadounidenses desde bases en EE.UU. Estas advertencias de ataque de misiles fueron correctamente identificadas como una falsa alarma por Stanislav Petrov, un oficial de las Fuerzas de Defensa Aérea Soviética. Se considera que esta decisión impidió un ataque erróneo de represalia nuclear contra los Estados Unidos y sus aliados de la OTAN, lo que hubiera probablemente desencadenado una guerra nuclear y la potencial muerte de millones de personas. La investigación del sistema de alerta por satélite confirmó más tarde que se había tratado de un fallo del Sistema.

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