Por Camilo Adolfo Acosta
Lo cierto es que la relación entre la presencia en tarima, líricas urbanas y personales y el sonido de Tras las Púas con Ultrágeno, los ya reconocidos como ícono del underground de los 90 en Colombia, es clara y evidente. Esto sin mencionar la camaradería que manifiestan entre ellos tanto en escena como en sus ensayos previos al evento del pasado 17 de febrero.
Ultrágeno celebró el año pasado su reunión después de 10 años de su última presentación (en 2007) y sus más de 20 años de existencia con 2 presentaciones memorables en agosto en el Auditorio Lumiere. Eventos en los que no solo compartieron su historia y reencuentro con una audiencia que convivió con ellos una asfixiante realidad para una juventud con ganas de desahogar las cargas que venían con crecer e intentar expresarse en los noventa, cuyo contexto estaba enmarcado por atentados, bombas, constante violencia, discriminación y desigualdad; sino con una nueva generación que se identifica con ese mismo sentimiento, aún hoy en día desde su propia realidad, que lamentablemente no discrepa tanto (o lo suficiente) con el paso de los años.
Además la banda complementó ese reencuentro con el lanzamiento del documental ‘Ultrágeno 72584’. Si bien las declaraciones que realizaron los integrantes de la agrupación dejaron las puertas tan abiertas como cerradas a nuevo material, lo cierto es que su legado en la historia del rock nacional ya es un hecho. Lo cual permite hacer una reflexión un poco más profunda sobre la necesidad atemporal e imperativa de la creación y existencia de bandas como Ultrágeno. Es acá donde se hace relevante el simbolismo en la presentación de Amós con Tras las Púas. Con el objetivo de aclarar un poco esta relación tuve la oportunidad de asistir a un ensayo previo al evento y de charlar con Tras las Púas, formada por Nicolás Sadovnik (guitarra y voz líder), Juan Pablo Rubiano (bajo y voz) y Juan Eduardo Iregui (batería), y con Amós Piñeros sobre el significado de lo que iba a suceder en el Tattoo Music Fest 2018.
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Más allá de ciertas coincidencias que los hicieron conocerse hace varios años y por encima del hecho de aprovechar el evento para homenajear y ofrecer al público un poco más de Ultrágeno, para el cantante había quedado una sensación de apetito no saciado en la gente, noción que se hizo indiscutible durante la presentación. Además del sonido potente y directo, la narrativa de las letras, sumado a la fuerza y franqueza en vivo de Tras las Púas es algo que podría hacer que se conviertan en herederos de esa esencia que dio vida a la Raza Furia y consiguió transmitir esa fuerza y mensajes que, después de 2 décadas, sigue siendo una necesidad vigente. Por otro lado para Nicolás y Juan Pablo esta era una excelente oportunidad para seguir compartiendo su propio material y para aprovechar el desafío de demostrar que son capaces de dar la talla en cuanto a reinterpretar ese legado y darle continuidad a ese carácter urbano, contestatario y retador que identifica a Ultrágeno.
La presentación fue muy consecuente con las declaraciones. Tras las Púas compartió sus temas con total honestidad, sin pretensiones y disfrutando lo que estaban haciendo. Con su sonido compacto y temas como ‘Cómoda ceguera’ y ‘Redención’ demostraron que sin excesivo virtuosismo exponen talento y contenido franco y directo en su música; cabe resaltar su buena comunicación con el público y manejo del escenario. Para satisfacción de una congregación ansiosa por escuchar los legendarios temas de Ultrágeno, en la segunda parte de la presentación se escucha la potente voz de Amós diciendo “Dos décadas pero la fuerza sigue”. El pogo no se hizo esperar y fue una constante mientras esta fusión de músicos y de generaciones disfrutaba tanto como los espectadores. En general un gratificante y muy enérgico concierto.
Gracias a este homenaje se hizo evidente que del caos y la hostilidad que nos rodea en nuestra sociedad colombiana surgen manifestaciones que permiten el desahogo de cualquier generación; que al canalizar esa energía, que puede ser sobrecogedora, se convierte en una fuente de creación que sobrepasa el tiempo, que es cruda, honesta, genuina y acorde a nuestra naturaleza humana. Al final queda el mensaje de Amós al presentar ‘El reto’, canción clásica y de culto, la lucha por recuperar nuestro espacio, nuestro lugar, labor que se manifiesta a través de estas bandas, su música, sus letras y sus integrantes.
Les dejamos algunas imágenes de ese momento: