Por: Álvaro Castellanos | @alvaro_caste – Periodista, editor web y creador literario
La banda samaria radicada en Bogotá juega de visitante en ‘Ahora nada ‘. Un sencillo nadaísta y atmosférico de géneros confluidos como el punk rock, el rockabilly, el dream-pop y el grunge.
En el arte y en la música todo es un remix. Esta tesis, desarrollada por numerosos ensayistas en el Siglo XX, la adapta al presente el documentalista Kirby Ferguson, que habla de las «remezclas» en la cultura pop como el hecho de «combinar o editar materiales ya existentes con el fin de producir algo nuevo». Toda creación, por muy singular que sea, viene de algo más, parte de un material previo, y esta noción es abrazada por el trío de rock alternativo Astronova, con su lanzamiento musical Ahora nada. Un elogio a la contemplación del aplazamiento y al espíritu sonoro de los Ramones, con gamas de rockabilly, dream-pop y grunge y atmósferas aterrizadas en el frío bogotano como obstáculo urbano.
Metal Lords: un culto nostálgico a los dioses de nuestra adolescencia.
«Días secos en abril, oh, oh. Y matiné las ganas de vivir vienen después x 5».
El «One-Two-Three-Four» que introduce las canciones de los Ramones pone en marcha Ahora nada. Los acordes de la guitarra recuerdan al arranque de Poison Heart, del disco Mondo Bizarro de 1992. La primera estrofa, compactada en pocas palabras, viene en un empaque de punk rock introspectivo con toques de garage rock, ocasionalmente bailables. «Las ganas de vivir» que «vienen después» revelan un argumento de procrastinación, que conecta con el título del sencillo. La banda hace una parodia de la idea productiva y neoliberal de «no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy» y le da vuelta, arropada por movimientos como el nihilismo y el nadaísmo.
En general, el nihilismo apunta a que la vida carece de significado, ya que Dios no existe y por ende no hay un destino de redención para nosotros, habitantes de un universo indiferente con nuestro sufrimiento. Del nihilismo se desprende el nadaísmo, otro movimiento con raíces latinoamericanas y colombianas de pretensiones anárquicas, que hace resistencia artística al orden moral establecido por la Iglesia, la Academia y las instituciones gubernamentales. Tanto el nihilismo como el nadaísmo celebran la autodeterminación de las personas y su libertad de vivir como deseen, mientras no le hagan daño a las demás, celebrando, por qué no, el ocio o la improductividad. En este contexto y volviendo a Ahora nada, si la vida no tiene sentido, ¿para qué hacer hoy lo que se puede hacer mañana?
Astronova lanza ‘Ahora nada’, una murga nadaísta.
«Perdiendo el control de la TV. Si quieres, puedes salir oh, oh. Te veo después x 3 Ahora nada x 5».
La segunda estrofa se mueve bajo un ritmo idéntico. La letra comunica el tedio de la vida y reafirma la declaración del sencillo. Nihilismo y nadaísmo, manifestados en líneas premeditadamente económicas. «Si quieres salir», yo no, porque estoy frente a la TV, ocupado en la nada misma. Y entonces «te veo después» porque, por ahora, no. Versos que recuerdan la frase más representativa de la serie animada Rick and Morty. «Nadie existe con un propósito. Nadie pertenece a algún lugar. Todos vamos a morir. Ven y mira la televisión».
El lapso más amplio de la canción es instrumental. El ritmo plantea una complejidad virtuosa de brillos pausados y el sello propio del grunge de Soundgarden y los inicios de Silverchair. Luego, la estructura base de la melodía retoma su cadencia y trae una tercera estrofa que apunta a lo atmosférico.
«El frío de Bogotá, oh, oh me quema. Ya perdí la lucidez, oh, oh, oh. Actúa normal Nanananaaa x 3».
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El factor climático, que tiene el poder literario de inducir atmósferas, lleva a Ahora nada a un reproche, donde Bogotá asume el rol de un enemigo que quema con su frío, armando un oxímoron. El frío quema el cuerpo, lo enrojece, lo marchita, sobre todo si eres un forastero que viene del trópico. Y de igual forma, también quema emocionalmente y arrebata la lucidez, al generar un aislamiento frente al cual queda poco más que la resignación de actuar normal. El «Nanananaaa» repetido como exclamación muy propia del Rockabilly cierra Ahora nada, una canción aparentemente simple, pero con una robustez filosófica interesante y unos alcances muy convincentes en su discurso.
El videoclip de Ahora nada enseña un conjunto de imágenes veloces y avejentadas de procesos naturales, industriales, de producción en masa y de la cultura pop. Son imágenes borrosas, distorsionadas, con un tratamiento muy actual retomado por bandas vigentes como Turnstile y que nos hacen pensar que se trata de un video viejo grabado en un casete de Betamax. Y en medio de esta secuencia de imágenes, que podemos comparar con el legendario filme experimental Koyaanisqatsi de 1982, vemos a Fabián, Guillermo y Ricardo, interpretando Ahora Nada al interior de un estudio de grabación.
En el proceso perpetuo del remix en la cultura popular que desarrolla Kirby Ferguson, el documentalista designa una técnica dividida en tres momentos. Coleccionar los materiales suficientes que nos influencien, combinarlos didácticamente como si se tratara de la conformación de un collage y transformarlos para apropiar nuestra creación con singularidad. Astronova emprende estas recolecciones creativas y el resultado es Ahora nada: una remezcla muy intencionada, que asume la forma de una canción de rock alternativo y bota a la basura el peso gratuito de cargar en nuestras espaldas al idealismo.
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