Nuestro país es privilegiado, de esos donde la semilla sí echa raíces y cualquier suelo es tierra firme para recoger los frutos. Vamos a contar una historia que tuvo origen en los ochenta y cómo esta música nacida en Jamaica encontró su terreno en el espectro sonoro colombiano.
Hoy el reggae es una música que llena conciertos por todo el país, claramente se puede hablar de un circuito nutrido con producciones año tras año y que avanza a paso firme. Esta historia no comenzó en los noventa como aseguran algunos y hoy vamos a intentar reconstruir esas primeras huellas del reggae colombiano.
Para hablar del reggae en Colombia tenemos que hablar de San Andrés, un mágico lugar al cual le debemos que esta música haya tenido el coraje de llegar hasta el interior del país, en parte, gracias a la visión de negocio de la industria fonográfica nacional, que en los ochenta pasaba por su mejor momento.
Job Saas, la leyenda del reggae colombiano.
Es en la isla donde comienza esta historia con The Rebels, un grupo de jóvenes inspirados por el calypso, el mento y el reggae jamaiquino. Con su intuición y su corazón empezaron a construir esa identidad musical de la isla. Al hablar de esta banda estamos declarando abiertamente que ellos son el primer grupo de reggae que existió en Colombia.
The Rebels fue el puente entre el reggae jamaiquino y el reggae colombiano.
En 1985 The Rebels comenzó su carrera artística. Influenciados por Harry Belafonte y Bob Marley, decidieron que sus canciones hablaran de esa misma cotidianidad isleña que, tal vez, el turista no podía ver más allá del hotel de moda o de la playa más popular. El reggae fue llegando en muchos cruceros del Caribe que tenían en San Andrés otro destino más y así la música se convirtió en el medio de transformación y construcción de la identidad isleña.
En 1987 esta identidad se hizo más fuerte cuando se fundó el Green Moon Festival, un espacio creado para seguir atrayendo al turismo y, a su vez, permitía seguir afianzando la cultura y posicionaba la música caribeña colombiana en toda la región y el interior del país.
Para ese entonces, The Rebels ya comenzaba a tener un reconocimiento local y nacional, Jorge Barón viajó hasta la isla para entrevistarlos y grabarlos en el famoso programa ‘Embajadores de la música colombiana’ y fueron fichados por la casa disquera paisa CODISCOS. A partir de ese momento, el grupo tuvo la oportunidad de grabar sus discos en la ciudad de Medellín entre 1987 y 1991 con Darío Valenzuela, ‘El brujo de la consola’ (famoso ingeniero de sonido citado en los saludos vallenatos).
Ya en los noventa The Rebels estaba fortalecida y en proceso de exportación, con múltiples conciertos por las antillas del Caribe y uno de sus más grandes logros fue la presentación en España en la feria de ExpoSevilla en 1993. Después de diez años de trabajo el grupo se disolvió para darle paso a otros proyectos y otras dinámicas de vida de sus integrantes.
Horacio ‘Cocol’ Howard Brandt, Job Saas, Luis O’Neil, Lannie Flowers, Betty Celis, Nury Celis, Hansel Morgan, Lloyd Newball, Jaime Celis, Hector Muñoz y Claudio Reids fueron esos ‘Rebels’ que construyeron las bases para esta música. A muchos de ellos he podido agradecerles personalmente, hoy con este articulo les agradezco públicamente a todos los que hicieron parte de este grupo por haberse atrevido a hacer reggae en los ochenta y por influenciar a la siguiente generación.
El reggae siempre nos unirá y deseo que ellos se sientan orgullosos de esa semilla que también les pertenece y que hoy encontró el terreno fértil para decir con orgullo que tenemos música reggae hecha en Colombia para rato.
León Vélez – Músico / Bajista de Mística
Colaborador Colectivo Sonoro
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