Back 2 School y un potente desahogo melódico en clave de pop-punk

Por: Álvaro Castellanos | @alvaro_caste – Periodista, editor web y creador literario

Dicen que el pop-punk volvió, pero es todo lo contrario. El pop-punk, en realidad, nunca se fue. Desde Barranquilla, Colombia, Back 2 School levanta la mano como prueba de que el nicho que se encontró con el mainstream mundial hace más de veinte años no ha dejado de moverse en términos de creación musical y construcción de identidades propias. En su nuevo disco, Karma (2021), la banda descarga un potente desahogo melódico en clave de pop-punk. Sus motivaciones narrativas ponen sobre la mesa mensajes sin disimulos. El más diferencial, seguramente, es el de alertarnos sobre la normalización de la violencia de género, el gaslighting y las agresiones simbólicas e invisibilizadas que se producen en las relaciones afectivas.

«Lo que nadie dice es que para curar hay que perdonar Lo que nadie dice es que para olvidar hay que recordar» Este comillado viene de su sencillo insignia, Nadie lo dice todos lo piensan. Una historia con una desarticulación muy autónoma en su mensaje. El videoclip enriquece la idea de la canción e invita a las mujeres a desmontar y a denunciar conductas escondidas bajo las malas prácticas del amor romántico, con una vitalidad emocional y muy poderosa a nivel de género, que suple ciertas cuotas de nostalgia musical dosmilera. La voz de su cantante, Dayana Rico, da una verosimilitud especial a las intenciones musicales de Back 2 School, que conversa sin remilgos con poderosos actos punk rock vigentes, liderados por mujeres y de amplia proyección dentro de la escena alternativa de la costa oeste de Estados Unidos, como Bad Cop Bad Cop (Fat Wreck Chords) y The Linda Lindas (Epitaph).


Nadie lo dice todos lo piensan está a mitad del camino en la escaleta musical de Karma. Es el quinto track de los diez que integran el disco. El primero lleva el nombre de Cada segundo e invita al pensamiento positivo y a valorar todo aquello que damos por sentado por el hecho de recibirlo a diario. «No hace falta dinero y fama, para comer junto a los que tú amas». Déjame saber, la segunda canción, pone a dialogar a una pareja entre la resignación de la ruptura, la nostalgia de lo que pudo ser y recuerdos que inducen a esa licencia poética de que el amor es eterno mientras dura. Si en el camino cíclico de amor-desamor por el que todos hemos pasado Déjame saber nos ubica en una fase temprana del duelo, Gran cabrón, tercer corte del álbum, nos empuja a un par de pasos más adelante: al de la ira, tal vez, con un ímpetu especial de armonías ska en la guitarra. En este corte, aunque la narradora-personaje dice que ya no sufre por su expareja, la invita sistemáticamente a que se vaya «a la mierda». Por esta misma vía circular, nos habla de reconciliación, de tregua y de un eventual llamado a las segundas oportunidades. Una invitación que, al final, queda en puntos suspensivos.

La segunda mitad de Karma introduce dos colaboraciones que suponen una pausa al pop-punk predominante en el disco. En Para que no duermas participa Ximena Toro, de la banda Asuntos Pendientes. Es una balada instrumental con un estilo spoken word que presenta versos sin demasiada métrica y la palabra «Quiero» como un leitmotiv repetitivo de añoranzas hacia la persona con quien se conoció el amor. Y en Nadie los llamó, con la colaboración de Asuntos Pendientes y Goliat, Back 2 School arriesga con otra apuesta de creación que da un enorme salto al hardcore-punk y una letra sobre el poder popular. La canción mete un portazo con un tono anarco-punk contundente e incita a la necesidad de pararse fuerte contra los engaños políticos y la desigualdad que el establecimiento impone sobre un pueblo que, como el colombiano, está harto de que nada cambie. «No quiero humo, promesas de nada Quiero a mi pueblo libre»


Nadie los llamó marca un clímax dentro de la trama musical de Karma. Es el punto más alto del álbum, el más vertiginoso de este viaje que durante un par de pistas pone a confluir estilos heterogéneos dentro del universo del punk rock y que termina con tres canciones envueltas en motivaciones parecidas. En M.V.V., amable sigla de la expresión «me vale verga», la voz narradora muestra entre líneas las heridas abiertas de lo que parece ser un doble engaño de su pareja y su mejor amiga, quienes resultan juntos. «La vida enseña, ya lo verán, lo que mal empieza, peor va a terminar». La obstinación por regresar, sobre todo cuando el otro está sanando desde su soledad, es la temática de Sábado sin domingo. Y finalmente, Fuiste lo mejor, décima y última canción del álbum, apunta de nuevo al desamor, con transiciones melódicas y voces coreadas al cierre que acompañan en polifonía a la voz principal.

En el arte de su portada, Karma enseña una entristecida figura femenina en piedra y partida en cuatro pedazos. En ese juego de interpretaciones complementarias entre el texto y la imagen, podría concluirse que vivir rotos, al fin y al cabo, es la consecuencia inevitable de la energía que emana como resultado de los actos que cometemos. Y en ese sentido, Karma, más allá de una propuesta pop-punk disfrutable, enérgica y muy bien producida, invoca la responsabilidad social y afectiva que tenemos todos de relacionarnos de una forma justa, para conseguir a cambio un bienestar común que nos evite deambular por la vida tratando de pegar nuestros propios pedazos rotos.

Escucha ‘Karma’ de Back 2 School en tu plataforma musical favorita

Spotify: https://open.spotify.com/album/3DhCftP9l2sqXehoU11apM

Deezer: https://www.deezer.com/es/album/290427922

Apple Music: https://music.apple.com/co/album/karma/1606780208

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