Por: Jorge Iván Cubillos.
Algunos amigos me han animado a escribir. Dicen que haga columnas. Y en paralelo varias personas me han expresado, sobre todo este año, admiración o curiosidad porque la banda en la que canto aún siga vigente.
Black Pop ha sido, durante un poco más de una década, mi escuela vivencial en el negocio de la música. Y eso a nivel personal ha provocado más cosas buenas que malas. Vivo enteramente de ello, como resultado. Sin embargo no hemos sido exentos de periodos oscuros, de incertidumbre y de falta de visión.
Yo les llamo espejismos. Por ejemplo, alguna vez tuvimos la oportunidad de cambiar el nombre de la banda. Se habían ido un par de músicos de la primera alineación estable que tuvimos, y entramos en un receso de por lo menos un año y medio. Cuando en 2013 decidimos mantener el nombre y seguir adelante, hoy es normal que se tenga una percepción de que llevamos mucho tiempo haciendo música juntos, y que ha sido demorado el proceso. Pero la realidad es mucho más cruel. No importa cuánto lleves haciendo música. En la industria solo importan tres cosas: el talento, las canciones y las ventas. Y en ese sentido, es más fácil medirte por cuánta música tienes que pueda promocionarse, o por cuánto has vendido, que por cuánto tiempo llevas, y por cuánto talento.
-> Según un estudio, ir a conciertos prolonga la vida
Así que siempre digo: llevamos casi 11 años haciendo música juntos la mayoría (con el receso y todo), pero apenas este año cumpliremos cinco de ellos grabando y publicando música, sin parar. Si nos detenemos componiendo, estamos promocionando música grabada y tocando. Si estamos tocando, estamos planeando lo que viene. Y apenas este año estamos publicando nuestro primer álbum. Así que, siendo honestos, apenas arrancamos. Eso de llevar mucho, claro, es importante, pero es un espejismo.
Lo digital nos ha hecho la vida más fácil. Ha acortado el camino para muchos. Sería muy ignorante negarlo. Pero la historia nos muestra que pocos lo logran a la primera. Y si lo hacen, son un grupo reducido quienes se mantienen. Más bien, las apuestas de antaño eran por los primeros tres discos. Y no veo que mucho de eso haya cambiado.
-> Las fantasías que todo fanático de la música quisiera cumplir
Por lo anterior, hablando de los humanos que hacemos, o que hemos hecho parte de Black Pop, cada tanto nos enfrentamos a una realidad del independiente, que desencadena una serie de sucesos:
– Una cuerda floja hacia la insostenibilidad.
– Periodos de ansiedad.
– Desmotivación.
– Falta de confianza entre nosotros mismos expresada en miedo, ego, a veces mala actitud, o negligencia.
Además de una personalidad especial que tenemos los artistas, lo cual hace dramática cada crisis. Tiene mucho que ver con la personalidad de cada quien, pero en general hay una montaña rusa emocional, dada la sensibilidad de todos los componentes de una banda.
-> Los aspectos más molestos de ir a los conciertos.
Sin embargo, es ahí donde hay filtros. Es en esos momentos de oscuridad, que a todos les sucede, en mayor o menor medida, en los cuales hay que tomar decisiones. Son momentos de revelación. Ahí es cuando sabes quién está, quién no, y por qué. Quién realmente está apasionado. Quién no lo está. Quién lo hace solo por dinero (lo cual sería una locura porque, en principio, eso a nivel individual es lo que más escasea) o si lo hacen por prestigio. Cuántos están dispuestos a “sacrificar” tiempo que antes era para sus familias, sus parejas, o sus amigos… cuántos están dispuestos a invertir sus propios recursos en el proyecto y a reinvertir lo que ingresa. Cuánto tiempo más están dispuestos a hacerlo. ¿Es para ellos un estilo de vida? ¿Son conscientes de ello?
Así que los periodos de crisis se superan respondiendo esas inquietudes con nuevos retos. Trayendo nuevos logros. Y previendo mantener el aspecto para mí más retador, sobre todo en un grupo donde todos tenemos voz y voto: la visión.
Una visión borrosa, o que no es compartida, puede acabar toda la armonía. Con el paso del tiempo es más retador mantenerla, porque también es más fácil desviarla. Con la inmediatez de hoy en día, las redes sociales, los números, los streams, los fenómenos “surgiendo”, es natural que aparezcan las comparaciones, y la invalidación de los logros, así sean únicos. Las personas también cambiamos porque pasamos de adultos jóvenes a adultos; pasamos de estudiantes (quienes pasamos por una universidad o un instituto) a egresados, y muy en el fondo con una presión social que nos sugiere que dedicarnos al arte, en este caso medido por los “hooks”, los streams, los followers y todo eso más estadístico que creativo, es equivocado, que es solo un sueño. Cuando no, es la carrera que realmente elegimos, y la estamos haciendo.
-> Canciones colombianas que invitan a gritar independencia.
Así que reconocerse, abrazar la historia, y celebrar los logros puede contrarrestarlo. Yo estudié Periodismo y Comunicación Social. Y aunque me dio muchas bases para emprender, evidentemente vivo de algo para lo que no me formé en la universidad. Por lo tanto miro con mucho respeto a mis compañeros que sí se decidieron por la música desde adolescentes, y aquí siguen…
Conozco cientos de casos de quienes simplemente ya no lo soportaron. O muy en el fondo de su corazón se dieron cuenta que deseaban una vida estable, formar una familia… y una opción era irse a tocar para otros por dinero; o encontrar otras alternativas dentro del negocio (producir, promover, manejar)… Todo es válido.
¿Por qué se acaban muchos proyectos? “Despide rápido y contrata lento”… se lo escuché a una amiga que atravesó una crisis en otra industria… Si alguien de los suyos deja de corresponderle a su proyecto (es decir: dejar de asistir a los ensayos, no cumplir sus compromisos, tocar mal, etc) por un momento de crisis, traten de mirar con lupa lo que sucede. Apoyen a la persona, hasta el punto que sea rehabilitable, que vuelva a insertarse en la visión. Si no es así, lamentablemente hay personas que pueden pasar de ser elementos “irreemplazables”, a individuos tóxicos. Puede ser momento de decir, “gracias por lo que nos entregaste”, por más duro que sea.
Ser artista de tiempo completo es un trabajo, después de todo. Y es emprendimiento del más puro, si se trata de hacerle honores a esa palabra. Entonces siempre lo digo: esto no es para todo el mundo, porque si fuera fácil, todo el mundo lo haría, y lo lograría…
Mira también:
Canciones que hablan, huelen y suenan a Bogotá
Canciones que hablan, huelen y suenan a Medellín