FIURA 2018: Que vivan las canciones que no suenan en la radio y que todos amamos

Por: @JuanEscribe – Colaborador Colectivo Sonoro

«¡¡¡PALOMITA!!!»… fue la palabra que cientos de asistentes gritaban una y otra vez a esta banda canadiense. La fiesta del primer día de festival se prendió con tres lobos que dejaron al público del festival saltando muy alto; We Are Wolves comenzaba a darle calor a la fría noche en Univalle, con ritmos que encendieron el ambiente y demostraron por qué el FIURA tiene el mejor público; los caleños corearon sus canciones y los hicieron sentir como en casa.

Fotos: Así vivimos el Festival Unirock Alternativo 2018.

Aunque todos disfrutaban del show, en medio de cada banda las sonrisas de ilusión de quienes sabían que esa noche estarían saltando como pibes en sus barrios, hacían que la ansiedad se apoderara más y más de cada corazón. Esa ansiedad que contrastó con el derroche de sabrosura que traía Ra – La Culebra; una banda de la casa, una banda que sería la encargada de abrirle paso al invitado central de la noche.

Definitivamente, ser hincha del FIURA es obligatoriamente ser seguidor de Ra – La Culebra. Por eso esta versión del festival que celebraba su cumpleaños número diez no podía quedarse sin cantar los clásicos de esta agrupación; y aunque muchas veces hemos vibrado con los múltiples ritmos que han traído a Univalle, esta noche tenía algo especial: la comodidad de la banda y un público que ha seguido de cerca su trayectoria, hicieron de este momento uno de los más intensos de la noche. «¡¡¡Y TU NOS DAS BOLILLO Y GAS!!! «, coreaba una gran multitud que en medio del paro universitario cantaban a todo pulmón. Con esta canción dedicada a todo el pueblo latinoamericano, que rememora un mensaje de fuerza, unidad, justicia y libertad; la banda cerró su participación mientras saltaban cientos de estudiantes que han vivido la represión histórica de este país, y que hoy más que nunca tienen un corazón en el que habita la revolución.

Así llegó el momento más esperado por todos, el instante mágico en que Doctor Krápula celebraría sus veinte años junto a todo el público del FIURA. Y como si fuese una especie de hechizo que desde hace varios años viene acompañando al festival, -en donde nadie quiere quedarse por fuera- ella también quiso ser la protagonista, y así como en el 2016 con Manu Chao y en el 2017 con Gondwana; la lluvia se hizo presente y acompañó con gran fuerza cada canción que resonaba en esos miles de corazones que esperaban a la banda como si fuese el primer rayo de la nueva aurora.

La lluvia y Krápula fueron esa perfecta combinación que no amedrentó a la gente del festival, sino que en cada gota que escurría sobre las mejillas, se podían sentir esas ganas enormes de olvidar todo lo malo y buscar la fuerza del amor que solo la música puede brindar. La banda sonaba a cumpleañero feliz, esa felicidad que solo podía compararse con la que Germán Martínez (guitarrista) sintió cuando le regalaron su primer vinilo de Guns N´ Roses… ese vinilo que se convirtió en su sueño y que jamás pensó que iba a materializarse en ‘Viva Doctor Krápula’, la más fresca producción de esta banda, que representa una verdadera pieza de colección que une la historia de nuestros padres y la nuestra.

Valió la pena cada año en que el FIURA soñó con tener a Doctor Krápula en sus escenarios, valieron la pena estos diez años de espera. Una noche que nos recordó grandes clásicos de esta agrupación y que no desaprovechó la oportunidad para inyectarle un poquito más de ganas a aquellos estudiantes que están viendo cómo el presupuesto para la educación es cada vez más paupérrimo. La banda nos regaló un gran momento al cantar “El peligroso”, una canción que dice todo lo que hemos callado por años en nuestro país y que representaba perfectamente el espíritu de la tierra que estábamos pisando: una universidad pública.

Emparamados de emoción, de orgullo, de energía y sobre todo de esperanza; así terminó la noche del viernes en el FIURA. Escuchar a la banda bogotana en vivo es una experiencia que te enamora cada vez más de este país, a pesar de todas las dificultades, de los políticos que legislan sin cerebro en esta democracy, de las enormes desigualdades sociales… pero un país en donde millones de personas siguen incansablemente buscando el amor. Definitivamente, no se equivocó Mario Muñoz (Voz líder) cuando cerró el concierto diciendo: «Que vivan las canciones que no suenan en la radio y que todos amamos».

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