La cantautora colombiana Felisa estrena su nuevo disco ‘Real’, un trabajo compuesto por diez canciones que fue creado y publicado gracias a la colaboración de sus amigos y seguidores a través de una exitosa campaña de crowdfunding.
‘Real’ es un álbum concebido como una obra, más que una colección de canciones, en el que la cantautora toca temáticas de relevancia contemporánea como los estándares de belleza en la cultura, la migración, las formas no románticas del amor y en el que se permite explorar géneros como el Pop electrónico, Hip Hop, Cumbia, R&B, Bolero, Dub, entre otros. El resultado es una creación con profundidad y movimiento, en la que se percibe una voz auténtica y propia.
Este disco contó con la participación de los productores Mateo Lewis (Elsa y Elmar, Caloncho), Juan José Peña (ex integrante de La Derecha) y Víctor Acevedo (Hombre Memoria, Goli), con quien antes había colaborado para su EP ‘Geometría Natural’, trabajo que le permitió ganar el John Lennon Songwriting Contest.
«Patti Smith decía que su miedo más grande era escribir letras que no fueran relevantes y yo creo que comparto su miedo. Me gusta escribir sobre la profundidad de la experiencia humana y nuestra complejidad. Así que decidí poner a girar las letras de este álbum entorno al concepto del amor, pero no del amor romántico –ese que se dirige a una persona en especial– sino del amor que se libera del ego y las diferencias y permite sentir lo que sienten otros», comenta Felisa.
Estas son las diez canciones de ‘Real’ y las historias alrededor de su creación.
- Intro – Mantra. Un día soñé con las imágenes que aparecen en la letra de esta canción y me levanté en la mañana con la certeza de que somos más de lo que creemos que somos. Estamos tan conectados con la naturaleza, con otros humanos y demás seres, que al hacerles daño nos hacemos daño, seamos conscientes o no. Todo soy yo y yo soy todo.
2. El Baile del Azar. Las miraba interactuar. Estaban cubiertas de arriba abajo con un vestido negro. No quería que sintieran que las miraba, así que me dediqué a escucharlas hablar y reírse. En ese momento entendí que haber nacido mujer, latina, hija única, mestiza, fue una combinación de circunstancias producto del azar. Otras personas han nacido en otras circunstancias –culturas, países, idiomas, etc.– y eso les define su forma de ver el mundo. Pero solo por una cuestión de probabilidades no soy ellas, ni ellas yo. Me di cuenta de lo aparente que son las diferencias. En últimas, todas estamos hechas de lo mismo: carne, huesos, miedos, sueños.
3. A.M.O.R. ¿Qué es el amor? Es una pregunta que me he hecho durante años y esta canción habla sobre las conclusiones parciales a las que he llegado. El amor empieza por uno mismo, aceptarnos, perdonarnos y sentir compasión por nosotros. Nadie puede dar de lo que no tiene. El amor es incondicional, se pone por encima de las diferencias aparentes de opiniones, razas, orígenes, religiones, etc. El amor es un acto de resistencia en una cultura que privilegia el cultivo del individuo. El amor perdona y sana. El amor es capaz de decir no y poner límites. El amor no tiene opuesto, es el centro, el motor principal de lo verdaderamente importante en el mundo.
4. Frontera. La frontera: una ficción humana, invisible para los animales, el viento y la naturaleza pero que aun así existe en nuestra mente e influye en nuestra identidad. Estaba en Berlín cuando sucedió la crisis migratoria del 2015. Ese día salí a montar en bicicleta y cuando iba de regreso al hostal me encontré una manifestación de muchas personas en la Puerta de Brandenburgo. Las personas protestaban para presionar al gobierno alemán para que le abriera sus puertas a los inmigrantes y a su vez presionara a los gobiernos europeos para hacer lo mismo. Me sentí identificada con ellos: el dolor y la necesidad de los migrantes bastaban para acogerlos, para dejar de creer en esa ilusión de algo que nos divide.
5. ¿Qué siento? Alguna vez hui de Medellín, la ciudad donde nací y crecí. Tenía un montón de sentimientos encontrados sobre lo que estaba haciendo y lo que quería hacer con mi vida. Me fui y pensé que la distancia iba a disminuir esa sensación de no encajar, de incomodidad, de extravío. Y claro, el desasosiego no me abandonó a pesar de que ya no estaba en el lugar que creí que lo provocaba. Racionalmente tenía todos los argumentos para estar feliz, pero en realidad arrastraba un peso que no tenía nombre y que no sabía cómo descargar.
6. Silencio Imperfecto. A pesar de que nos quedemos callados, nuestro cuerpo y nuestra mente hacen ruido todo el tiempo, son como esos zumbidos que están ahí pero que solo advertimos cuando se detienen. Y aunque la obra 4:33 de John Cage demuestre que el silencio en su concepto absoluto no existe para nosotros, me he dado cuenta que solo cuando me detengo y hago una pausa puedo encontrar las respuestas que necesito. Es ese silencio imperfecto el que busco.
7. Real. Crecí dándole más importancia al aplauso que al disfrute. Eso me permitió construir una disciplina de acero pero también un perfeccionismo destructivo. Llegó un momento en mi vida en el que decidí buscar mi propia voz sin importar la aprobación de los demás, de comprender qué era propio y qué era simplemente una repetición de la costumbre de haber nacido en la familia y en el lugar donde nací. Sin embargo la vida es un eterno movimiento pendular: siempre encuentra la forma de volverme a desacomodar y, cuando eso pasa, tengo que volver a empezar el camino del reconocimiento, del encontrarme otra vez.
8. Maga. De niña fui una marimacha. Me encantaban los deportes, jugar a lucha libre con mis primos hombres, decir groserías (Todavía me gusta jajajaj), ponerme todos los días la camiseta con la foto estampada de tita, mi perrita, andar descalza y despelucada. “Maga” es una canción que escribí recordando la frustración que sentí cuando me dí cuenta que yo no podía hacer muchas cosas que a los hombres si se les permitía socialmente. Se la dediqué principalmente a mi papá y a mi pareja, para tratar de explicarles lo que ha significado para mí ser mujer en un mundo donde todavía existe el machismo. Pienso que la igualdad de género no es una lucha femenina sino una lucha humana. Esta canción invita a los hombres a involucrarse activamente en el proceso. Todos hemos perdido libertades y oportunidades por encasillarnos en etiquetas y en roles dictados por lo que socialmente le corresponde al “hombre” y a la “mujer”.
9. Luz y oscuridad. Siempre me ha cautivado mi complejidad, la complejidad humana. Estamos llenos de contradicciones, en nosotros está el amor más puro, la venganza más despiadada, el acto más compasivo y el arma más cruel. El mundo es el mundo y es todo lo que vemos en él. Escribí esta canción porque quería reconocer al otro, mostrar cómo sus miedos, sus deseos, sus expectativas también son las mías en muchas ocasiones. Los dos estamos hechos de lo mismo, de luces pero también de oscuridades.
10. Viste lo que no vi. Creo que somos diamantes que se comportan como piedras, incapaces de percibir lo valiosos que somos. Esta canción se la escribí a las personas que me han dado aliento para seguir mis sueños y para sobreponerme al miedo a fracasar. Muchas veces sentí que ellos podían percibir en mí un brillo que yo misma era incapaz de ver. Creyeron en todo lo que podía hacer, en todo mi potencial antes de que yo misma pudiera darme cuenta. Esta es mi forma de agradecerles por estar ahí, por amarme sin límites, por amarme tal y como soy.
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