Muchos mensajes mezclados con música en la visita de U2 al país. ‘Un concierto histórico’ titularon algunos medios tradicionales por el hecho de tratarse de la primera vez de la banda acá y por esa imagen de cierre en donde la bandera de Colombia con una paloma blanca de la paz se proyectó en la pantalla inmensa tras ellos, que es quizá uno de los mayores atractivos de su ‘The Joshua Tree Tour’.
La boletería agotada que llevó a los organizadores incluso a disponer de una localidad con ‘vista parcial’ era solo una demostración de las ganas que le tenía la gente a este concierto. Claro que también estaban los que vieron negocio desde el inicio y revendían entradas hasta 500 mil pesos por encima del precio original; pero lo cierto es que el Estadio El Campín estuvo lleno para ver a U2.
Se apostaba que este público superaría al de Foo Fighters con los flashmobs de recibimiento a la banda pero la falta de patrocinio y de completa organización impidieron que esto pasara. Sin embargo, ver el estadio lleno de luces de celulares cuando Bono lo pidió mientras interpretaban ‘Bad’ y un cover de ‘Heroes’ superó cualquier intento de actividad.
“Perdón por habernos tardado tanto tiempo en venir”
Desde el primer momento se sabía que iba a ser un concierto emotivo. Las luces comenzaron a apagarse y la canción ‘The Whole Of The Moon’ de The Waterboys acompañó la salida de la luna llena sobre el estadio. De repente en una tarima que hacía que la banda quedara más cerca al público aparecieron Bono, The Edge, Larry Mullen Jr. y Adam Clayton para comenzar con ‘Sunday Bloody Sunday’. Una prueba inmediata al sonido y una canción poderosa como para despertar a todos y decirles “por fin estamos aquí”.
La primera tanda estuvo llena de clásicos en los que Bono pedía a los asistentes que lo acompañaran en los coros y en donde recordó lo magnífico que es ser colombiano. Mencionó a Gabriel García Márquez, Fernando Botero y a James Rodríguez y luego harían un guiño a ‘Whenever, Wherever’ de Shakira durante ‘Beautiful Day’.
Si bien no habían venido, la banda no era ajena al país. Por eso contextualizaron sus letras, discurso y escenografía para crear un ambiente de emoción por ese primer encuentro, pero también para que la música y su propuesta visual llenaran de valor a los colombianos. “Valor y compromiso” repitió su vocalista como invitación a que todos nos unamos a la paz y a ese proceso de superación del conflicto.
El papel de mujeres colombianas como Totó La Momposina, Policarpa Salavarrieta y Caterine Ibargüen fue resaltado al ver sus nombres y rostros en el homenaje que hacen al género femenino en la canción ‘Ultra Violet (Light My Way)’. Un momento para no olvidar.
De un escenario 360° a un árbol gigante de proyección
Fotos y videos de sus fechas anteriores daban una idea de la magnitud del escenario que llegaba al Campín. Inspirado en el diseño del arte del disco ‘The Joshua Tree’, una pantalla de 60 metros de ancho por 14 de alto se extiende detrás de ellos y va proyectando sus movimientos al tiempo que muestra imágenes que parecen cortometrajes. Siempre innovadores en su puesta en escena, en ocasiones pareciera que la banda y el video fueran uno solo.
¡Esa vaina!
Clásicos son clásicos y es más que obvio que son las canciones más esperadas de un concierto, pero tampoco se pueden convertir en las únicas que el público cante. También quedará en el recuerdo la frase “Esa vaina” con un acento entre irlandés y español costeño de Bono luego de que por fin los asistentes dejaran de estar pendientes de grabar todo con sus celulares y le copiaran en el coro de ‘Vertigo’.
“El sonido más hermoso del mundo…”, diría el músico después.
‘One’ fue la dedicación de U2 a Colombia. Una canción unida a un discurso y a una imagen potente en la que lo importante es poner en práctica esa línea que dice: “haz lo que debas hacer”.
Así fue ese momento: