Por: Álvaro Castellanos | @alvaro_caste– Periodista, editor web y creador literario
Arropados en esa máxima artística que asegura que la tristeza inspira más que la felicidad, la banda colombiana Bonus Trak pasa muy amablemente por cada uno de nuestros puestos para ofrecernos Un día como hoy. Una canción con título de efeméride, que escarba en las ausencias dolorosas. Ausencias que, aunque insuperables, pueden traer consigo una reparación esperanzadora.
La guitarra introductoria de Un día como hoy, un riff que va y vuelve durante sus tres minutos y medio, recuerda la fase más rocanrolera de Taking Back Sunday. Un estilo de punk rock emocional con arranque vertiginoso, que habla entre líneas del alto entendimiento a nivel de género por parte Javier, Julián, Alberto y Arturo, componentes de Bonus Trak.
«Un día lejano de agosto El frío recuerdo toca mi puerta Y vuelvo a llorar por ti Un día te fuiste de aquí Porque un día te fuiste de aquí»
La canción, en principio, parece referirse al desamor y el abandono. Sin embargo, se interna en capas más profundas a nivel de creación, pues enfoca sus intenciones en las añoranzas hacia un ser querido que amamos, pero que ya no ocupa este plano de la existencia.
«Gracias por lo que me diste, sé que tu recuerdo me va a acompañar; tus sueños son los míos, Aunque pase el tiempo no voy a olvidar»
Una definición del amor verdadero, tan subjetivo y personal, apunta a que las alegrías del otro se asuman como propias. La línea «Tus sueños son los míos» va por ahí. Habla de esta mímesis sentimental y de cómo la presencia de aquella persona entrañable quedará en nosotros por siempre, a pesar de que físicamente no esté más.
Los coros de Un día como hoy forman una atmósfera cálida que refuerza la esperanza que esa presencia ausente, pero eterna, es capaz de entregar. Por su lado, las transiciones entre las armonías de la guitarra y la voz ligeramente rasgada (separadas por breves silencios ensordecedores) marcan una rica unidad heterogénea. Una canción repleta de virtudes sonoras.
En su videoclip, Bonus Trak revela intenciones adicionales. En él, vemos tocar a la banda, exaltada por fondos negros que cortan con el fucsia de la tela de una bailarina de danza aérea. Una especie de trance temporal, que termina cuando los miembros de la banda regresan a la frialdad de los cubículos de su cotidianidad. Esta autoficción que representa a Bonus Trak confirma la idea de que, definitivamente, el punk no está muerto. Está trabajando en horario de oficina y con la camisa bien metida dentro del pantalón.
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