‘Visión’ de Anatómico, rock atmosférico para transitar por las sombras del alma

Por: Álvaro Castellanos | @alvaro_caste – Periodista, editor web y creador literario

El grupo de Medellín presenta un lanzamiento a puro rock alternativo que nos enlista en un viaje interno para pegar nuestros pedazos rotos.

Producto de las tendencias que se imponen actualmente, las propuestas musicales de rock cotizan a la baja. Sin desconocer que siempre aparecerán proyectos diferenciales y valiosos, las producciones sazonadas, los híbridos con intenciones comerciales y la música efectista de likes y reproducciones han superpoblado el mainstream de la música alternativa. Y en este contexto, el rock en su sentido más orgánico parece haber quedado relativamente huérfano al no encajar con sonidos que miran hacia otras direcciones. Por esta vía, supliendo ciertas deudas de nostalgia contemporánea y reafirmando la repercusión que han tenido sus lanzamientos recientes, Anatómico de Medellín presenta Visión, una canción de rock alternativo, con videoclip incluido, que no enseña costuras ni inconsistencias.

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El riff inicial de Visión construye una familiaridad con What Difference Does It Make, clásico definitivo de The Smiths. La canción arranca con un empuje instrumental dinámico de unos 30 segundos, que también deja ver algo del rock dosmilero de bandas como Muse. La interpretación de su vocalista se marca por una voz profunda que sube y baja en sus escalas con llamativa facilidad. Y bajo estos elementos, el coro está antecedido por dos versos iniciales que ponen a andar la canción con una pequeña primera estrofa.

«Ya la cima no veo más, quemar. Doy la vuelta, impacto. Yo siento que… me tengo que encontrar. Quiero ver… las sombras dispersar».

La letra de Visión presenta una construcción sensorial y atmosférica. Postrado en frente de nuestro punto de vista está lo incierto; y regadas detrás, las ruinas de lo que está roto. Estancarnos en el medio, en ese tránsito de sombras y despersonalización, tampoco es viable, por lo que la voz narradora induce la necesidad de poner la vista adelante y, para bien o para mal, continuar nuestro camino hacia puntos de no retorno. Una construcción discursiva que puede aplicarse para toda situación cotidiana o emocional que implique un nuevo comienzo.

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En la bruma que se tiende sobre la oscuridad de nuestra falta de certezas tendremos que reconocernos a nosotros mismos si queremos seguir adelante. Sin embargo, tomar impulso para aventurarnos produce un lógico temor sobre lo que no podemos ver, ya sea amenazante o esperanzador. En la canción, un llamado en segunda persona revela la presencia salvadora de alguien al otro lado que orienta el camino del protagonista. Por ahí va el siguiente conjunto de versos que abarcan la segunda estrofa.

«Debo andar o debo esperar, confiar que detengas esta soledad. Ser amor o ser ilusión, milagro»

En Visión, la voz avanza sobre una pista instrumental sólida. Es un sencillo que no se excede en recursos, mezclas o efectos de producción y se oye autosuficiente, como parte de una propuesta honesta de rock alternativo. Las repeticiones del coro compactado concluyen una canción sencilla en el buen sentido de la palabra. El clímax de Visión llega sobre su final con la voz en sus niveles más agudos y el mismo riff del comienzo, pero con arreglos ligeramente más distorsionados.

«Yo siento que, me tengo que encontrar. Quiero ver, las sombras dispersar. Me tengo que encontrar. Las sombras dispersar. Me tengo que encontrar Yeei»


El videoclip de Visión muestra a Anatómico tocando el sencillo en un espacio cerrado, con fondos azules oscuros, ocasionales destellos rojizos y contrastes de focos blancos. Mauricio Sánchez, Leo Sierra, Santiago Vallejo y Diego Layos se ven interpretando sus instrumentos, con la aparición intermitente de un triángulo de neón centrado al fondo del set, que le entrega una composición simétrica al videoclip.

El juego de colores estridentes con bases negras recuerda puestas en imagen de películas actuales que heredan estéticas del cine giallo italiano. El protagonista de la historia se revela como una mujer joven que, primero, luce perdida entre la oscuridad y, luego, se ve atrapada entre unas capas transparentes con manos que la acechan, como si fueran de zombis, y un fondo luminoso de tonos verdes y naranjas que construyen una atmósfera de terror psicológico.

Activando a las audiencias que no le faltan al rock alternativo de comienzos del Siglo XXI, Anatómico ocupa estos huecos y despliega en un poco más de tres minutos una canción sin ruidos y segura de sí misma que nos empuja a un viaje interno para pegar nuestros pedazos rotos y que no necesita apoyarse en artilugios para convencer. Una canción disfrutable que, parafraseando su título, propone con mucha visión el sutil encanto del «menos es más».

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