Por: Fernando Rosas Manrique.
Colaborador Colectivo Sonoro
El músico, compositor, actor, productor discográfico y arreglista británico David Bowie cumple siete años de fallecido. El artista murió a los 69 años luego de combatir por más de 18 meses un cáncer. [Cómo seguir descubriendo a David Bowie?]
Bowie fue una de las figuras importantes de la música popular durante más de cinco décadas, fue considerado un artista innovador y vanguardista gracias a su peculiar voz y a su capacidad de reinventarse en cada proyecto que realizaba.
Para decir hasta siempre y saludar a uno de los dioses más grandes del Olimpo de la música (porque el rock siempre le quedó pequeño), dejo estas cinco sugerencias musicales, con un poco de la historia de cada una, esperando que resuenen los parlantes y las notas inunden cada espacio, que a veces padece de la erosión del interés por relatar el mundo, retratarlo y cambiarlo en el proceso:
Cygnet Committee (Space Oddity – 1969)
Publicada durante el principio del fin del “verano del amor” (la época del florecimiento hippie), es una canción que critica tanto al sistema como a la contracultura, a través de la historia de un hombre que logra impulsar el cambio para encontrarse con que la utopía es casi tan decepcionante como el orden derrotado.
En una entrevista para Disc and Music Echo, Bowie dijo que incluso prefería a los skinheads sobre los hippies, acotando respecto a los últimos que: “un cisne puede ser muy bonito, pero es completamente incapaz de nada”.
Time (Aladdin Sane – 1973)
Fue el primer disco escrito por Bowie luego del éxito alcanzado con ‘Ziggy Stardust and the Spiders from Mars’. La presión de ser una estrella (y su relación con las drogas) comenzaba a mellar la estabilidad mental de Bowie, pero no su capacidad artística. Esta canción fue escrita en Nueva Orleans durante la gira de Ziggy por EE.UU. y tiene como referentes, entre otros, a Billy Murcia, baterista de The New York Dolls, quien había fallecido recientemente de una sobredosis.
Respecto a la canción, Bowie dijo:
“Me pareció que era el momento de hacerlo, y decidí escribir sobre el tiempo y la manera en que sentía su paso…, en algunos momentos en que encontraba un hueco para pensar en ello. La oí al terminar de grabarla y, ¡por Dios, me había salido una canción gay! Y sin que yo tuviera ninguna intención de hacerlo. Así que pensé… ¡Bueno! Vaya cosa más rara…”.
Wild is the Wind (Station to Station – 1976)
Bowie no solamente contó con capacidad creativa, sino que también tuvo un instinto casi místico para versionar a otros artistas, como Iggy Pop, George Harrison y en este caso a la gran Nina Simone con una canción de 1954. Esta versión fue grabada en vivo a principios de siglo (suena lejos pero fue hace poco más de 10 años), y resaltan de ella su capacidad interpretativa y su carisma para captar al público, siempre acompañado de músicos excepcionales.
I Would be your Slave (Heathen – 2002)
La primera vez que lo escuché con atención y me tocó las fibras del alma.
Una cita de Bowie en 2003 respecto a la vida:
“Cuando me pongo filosófico, en esas ‘largas horas solitarias’, resurgen todas mis frustraciones, siempre con las mismas preguntas desde que tenía diecinueve años. Nada ha cambiado en esta agotadora búsqueda espiritual. Si se pudiera definir la relación de lo espiritual con alguna claridad, todo lo demás encajaría en su lugar. Aparecería una moralidad, un plan a seguir, habría algún sentido en todo. Pero es algo que se me escapa. Aun así, no puedo evitar componer sobre este problema”.
Lazarus (Blackstar – 2016)
Su despedida, su testamento audiovisual y la anticipación a la idea de la muerte, con un Bowie postrado en cama a la espera del final, y el artista que espera en el armario para salir y sorprender de nuevo al mundo. En esta ocasión, por última vez.
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