Por: Carlos Galindo
Colaborador Colectivo Sonoro
De entrada, no es la muerte más sorpresiva porque Weiland era un maestro escapándole a la muerte. Debo decir que Weiland dejó en la banda sonora de mi vida varios himnos. Recuerdo mucho, aun cuando mi madre me compró el ‘Core’ (sí, cuando uno todavía compraba CD’s y llegaba emocionado a escucharlo 20 veces en un día y a leer y releer el librito teniendo mucho cuidado de no tirármelo el primer día). Me voló la cabeza por completo. Por esas épocas empezaba a dar mis primeros pasos musicales y me obsesioné con las líneas de bajo de ese disco y con la voz desgarrada de Weiland. Y, personalmente, los Stone Temple Pilots eran la banda perfecta para mí. De su carrera en solitario recuerdo mucho el increíble ’12 Bar Blues’ con una influencia británica que en ese momento se me pareció a otro artista que empezaba a descubrir por esos años: Bowie.
Sin ser muy fan de los Doors, tengo muy presente ese ‘Storytellers’ donde varios cantantes se turnaron junto a los miembros restantes de The Doors para rendir tributo a la historia de la banda. Los mismos Doors decían en el especial que el único capaz de llenar los pantalones de cuero de Jim Morrison no era ni más ni menos que Scott Weiland. (Canciones para honrar la memoria de Scott Weiland)
https://www.youtube.com/watch?v=t3PvSS5wr9s&feature=youtu.be&t=31m28s
Hasta su último disco con Stone Temple Pilots, luego de volver de Velvet Revolver, (donde tuvo momentos musicales muy brillantes y fue el frontman perfecto para ese combo) demostró que seguía siendo un gran compositor y que STP seguía siendo ‘la banda’.
En ese momento fue que tuvimos la suerte de verlos en vivo en Bogotá, en diciembre de 2010. Vinieron y nos dejaron a todos con la boca abierta. Recuerdo salir afónico de tanto gritar esa noche. Impecables de principio a fin y con un Weiland mucho más calmado (Admitámoslo, nuestros momentos favoritos de él en vivo era cuando más estaba poseído por las drogas). La polémica carta de la exesposa de Scott Weiland en nombre de sus hijos.
Let go it’s harder holding on, One more trip and I’ll be gone, So keep your head up, Keep it on, just a whisper I’ll be gone.
Entiendo lo difícil y desgastante de trabajar con alguien con problemas serios de drogas y alcoholismo y al final supongo el resto de los STP, después de 20 y tantos años de lidiar con eso, tuvieron suficiente, aun sabiendo lo que perdían.
Su carrera como solista empezaba a coger más fuerza y, sin duda, su último disco era más brillante que el último de STP con Chester Bennington. Tenía la esperanza de verlos reunidos porque el mismo Weiland hace unos días había dado la noticia de que Bennington salía del grupo y pensé que era un coqueteo a su propio estilo de decir que estaba listo para volver.
El Weiland que siempre recordaré es el de ser un tipo auténtico. El mejor frontman de los 90. (Se extraña mucho en estos días personas que hagan temblar un escenario asi). Nunca escondió sus demonios, sino que hizo uso de todos ellos para seguir impulsando su arte y, a pesar de sus problemas personales, nunca se refugió completamente en ellos, nunca dejó de tocar y componer, siempre fue una constante lucha entre la música y lo que llevaba adentro. Eso lo hizo único.
Se nos fue una de las grandes voces del rock. Paz a su alma atormentada y buen viaje espacial.
Mira también:
Muere Scott Weiland, exvocalista de Stone Temple Pilots y Velvet Revolver.
La polémica carta de la exesposa de Scott Weiland en nombre de sus hijos.