La Batucada de la Paz, es una apuesta que nace en el programa de gestores de paz y cultura ciudadana, perteneciente a la Secretaría de paz y cultura ciudadana de la Alcaldía de Santiago de Cali.
El programa de gestores es una iniciativa que apuesta por una transformación social a partir del desarrollo humano y el arte (Danza, artes plásticas, teatro, música), promoviendo cultura ciudadana, mejores prácticas de convivencia entre las personas que habitan nuestra ciudad. Los gestores hacen parte de esta Cali multicultural y plurietnica, la mayoría vienen de condiciones de vulnerabilidad, víctimas del conflicto, ex pandilleros, y también líderes comunitarios.
¡Reutilizando sonoridades!, ¿A que suena esta Batucada?
Bajo la dirección de Julián García Umaña, profesional artista del laboratorio creativo de la Secretaría de Paz y cultura ciudadana; Músico egresado del Instituto Popular de Cultura, licenciado en educación y especialista en educación artística; Coordina la batucada de la paz, como una propuesta pedagógica que aborda temáticas de cultura ciudadana.
Esta es una agrupación itinerante de percusión, que resuelve su sonoridad mediante tambores de materiales reutilizables, tarros de plástico que suenan muy bien a pesar de su apariencia, van llevando un mensaje claro y contundente, mostrando la posibilidad de reutilizar los elementos que otros desechan para darles un nuevo sentido, como en este caso, hacer música. Pero más allá del contenido de consideración con el medio ambiente, estos tarros ofrecen una oportunidad de encuentro y de construir nuevas formas de tejido social a partir de la música.
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¿A que suena? Suena a currulao, porro chocoano, mapalé, samba, salsa choke, rap… actualmente la batucada está compuesta por 20 integrantes entre hombres y mujeres; y maneja una instrumentación compuesta por tarros con sonidos graves (el bajo de la agrupación), los tarros con registro medio y agudo, redoblantes e idiófonos; con estos instrumentos van explorando diversidad de ritmos que van desde lo tradicional hasta lo urbano. No tener una línea musical definida les permite caminar por la amplia variedad rítmica del mundo, pues hacen músicas colombianas pero también de otras latitudes. Esto permite también, reconocer y respetar la diversidad existente en otras culturas a partir de la música.
Varios de los ritmos contienen letras, las cuales en su mayoría llevan mensajes alusivos a temáticas relacionadas con la cultura ciudadana, por ejemplo: no arrojar la basura al suelo y depositarla en los lugares establecidos, saludando vamos progresando, consumo responsable de alcohol, hagamos la fila, transitar por la derecha o letras que visibilizan las bondades de nuestra ciudad, invitando a querer y apropiarse de la ciudad. No hay que perder de vista, que preponderantemente es una propuesta educativa, que motiva al espectador a cambiar las malas prácticas y reforzar los buenos comportamientos en cuanto a cultura ciudadana se refiere.
El 90% de los músicos de esta agrupación nunca habían tenido un acercamiento directo con la ejecución de un instrumento musical, el acercamiento se va dando con el disfrute y el goce de tocar en grupo, lo cual implícitamente comienza a mejorar la relación de los unos con los otros, tienen que escucharse para que suene bien, deben saber respetar los momentos y ritmos del otro; por otro lado, la fundamentación y la técnica individual va fortaleciendo sus habilidades motrices, pero también su autoestima, disciplina y compromiso por el rol adquirido.
Toda esta experiencia vivencial, toda esta cohesión rítmica desemboca en emociones intensas que en silencio nos transforma, va mostrando la música como un nuevo lenguaje que ofrece otras miradas del mundo, otras oportunidades. La batucada es una metáfora de esta ciudad que en su diferencia, necesita aprender a tocar juntos, a escucharnos más, a respetarnos para sonar en paz.
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