¡Sueño cumplido! Gorillaz aterrizó en Bogotá para enamorar a sus fieles seguidores

Damon Albarn expuso con ahínco ese amor oculto por Colombia que lo ha traído en reiteradas ocasiones a Bogotá. De La Soul con la semilla original del hip hop y Kali Uchis en una colaboración fundamental para su carrera y la historia del FEP. Amén por este sábado sagrado que nos bendijo con una trinidad eterna: Gorillaz, Kali Uchis y De La Soul.

Pero este segundo día de la novena edición del FEP será también recordado como una de las amalgamas de sonidos nacionales más sabrosa de la historia del Festival. Las puertas se abrieron con el techno atmosférico de Bleepolar. El productor bogotano Luis Felipe Hernández de la mano de sus decks y un DJ acompañante abrió el escenario Budweiser con una variedad de beats metaforizando la diversidad de música que aún nos falta por oír. Luego y directamente desde Cali llegó Cynthia Montaño al escenario principal. El ánimo revolucionario de una mujer absolutamente empoderada en escena, llevan a que las raíces sonoras de Cynthia terminen siendo un mensaje de reconciliación. Llegaría el turno de Ácido Pantera, el dúo de productores bogotanos se hizo al escenario Chevrolet Beat con una fusión electrónica entre sonidos raizales y agudos sintetizadores, la música de Ácido Pantera se baila como se quiere. Alfonso Espriella con honestidad y contundencia roquera brilló con mensajes, que inclusive en las pantallas, llamaban al amor; al tiempo que Moügli, en debut estruendoso en  Un Mundo Distinto, dejó claro que su futuro en la escena solo será ascendente.

Sin embargo, hubo tres actos colombianos que dejaron claro que el boom de la música colombiana en el mundo es muchos más que una moda, es un paradigma sonoro, diverso y completamente real: Crew Peligrosos, Ondatrópica y Bomba Estéreo: Los madafunkies de Medayork coronaron una tarde soleada en el 222 con sorpresas e invitados. Gallos ganadores, un MC Mexicano y toda la fuerza de la calle latina en una tarima que catapultó el Escenario Tigo. Crew Peligrosos están cambiando las formas de hablarle a la gente en clave rap y el público está respondiendo.

Ondatrópica es una orquesta que reúne todo lo bueno de la escena colombiana. Raíces, mujeres fuertes, innovación rítmica, experimentaciones en medio del folklor y dos grandes padrinos de nuestros sonidos: Will Holland y Mario Galeano. El himno que todos coreamos fue “Bogotá”, esa oda a la bella, avasallante y lluviosa capital de Colombia.

Bomba Estéreo es un himno nacional. Es el cóndor colombiano que ha sobrepasado los aires de nuestro continente y se convirtió en un ícono global. Li Saumet y Simón Mejía tuvieron una sus primeras grandes experiencias en vivo en 2010 cuando Un Mundo Distinto apenas veía la luz. Ocho años después de mostraron ser un headliner de altura con un público rendido a sus talentos y un set cargado de hits coreados y bailados hasta el hartazgo.

De La Soul izó los brazos del Escenario Tigo con clásicos del hip hop, humor en rima y una toma aterradora del escenario. La Máquina Camaleón demostró que en Ecuador se están fraguando los orígenes de la nueva bomba sonora de América Latina.

La llegada de la noche irradió el brillo de Kali Uchis, la esmeralda más brillante de Colombia. La pereirana se ganó el corazón de los miles  asistentes que cumplieron la cita con esta artista de talla universal. Con una puesta en escena tan luminosa como ella, Kali demostró por qué hace parte de la élite del pop americano. Ella fue la primera parte de una noche inolvidable, la veríamos después en el cierre épico de este 24 de marzo.

El escenario Chevrolet Beat, fiel a su tradición, presentó una de las agrupaciones más experimentales y versátiles del Festival: Dengue Dengue Dengue. Los dos DJs peruanos hicieron gala de su conocimiento de la música de las cordilleras andinas y expusieron un talento excepcional en el momento de pintarla de sicodelia Una mezcla que en el papel es difícil de imaginar, pero en la pista es imposible de no bailar.

El despliegue  electrónico de la noche fue el llamado que los fiesteros esperaban. Galantis estalló una y otra vez con un set de percusión que retumbaba junto a los miles de ravers que nunca pararon de saltar. Uno, dos, tres… y Hardwell remataba la fiesta con un EDM atronador. Melodías que son himnos acompañados de beats que sólo dan espacio a las sensaciones. Una locura absoluta.

El encargado de darle un cierre perfecto al segundo día del Festival fue Bonobo. Con su ensamble en vivo, Bonobo demostró que para estar en la cúspide de la electrónica contemporánea hace falta volar. Un viaje perfecto que hizo vibrar las fibras más sensibles de nuestro espíritu, llevándonos a breves catarsis que sólo nos dejaban espacio a la contemplación. Una atmósfera inefable, un verdadero arrullo al deleite musical.

Hoy Gorillaz regaló un nuevo lema al festival: “Love forever, love is free”. Al final siempre se trata de eso, de compartir amor a través de la música y regalar libertad en un espacio como ningún otro. Damon Albarn y su cofradía de virtuosos, ofrecieron un concierto que se encaramó en el podio de los corazones de los miles y miles de fanáticos. Damon estaba feliz, era su encuentro oficial con el pueblo de un país que lo enamoró muchos años atrás. Damon se reía en medio de las canciones. La felicidad era total, desde el más distante hasta el más cercano, todo el Parque 222 comulgó bajo una la idea aterradora que hace 20 años tuvieron dos visionarios.

Gorillaz encontró este sábado eterno con el primer domingo en la historia de Un Mundo Distinto.

Prensa Festival Estéreo Picnic.

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